viernes, 22 de abril de 2011

La Horquilla en la Americana

La decisiones que tomamos nos marcan el camino, depende de lo que hagas, de lo que digas, incluso de lo que no digas, de eso depende tu destino. Tu lo escribes, tu marcas por donde ir, aunque rara vez aciertes en tu elección. Siempre hay un motivo por el que se afirma o se niega, siempre hay un motivo para empezar o para acabar algo, siempre hay una causa para luchar o defender. Siempre. Es en ese momento cuando tu destino se bifurca y tu selección marca por donde seguirás. En las relaciones pasa algo parecido, solo que siempre se tiene en cuenta lo que piense el otro. Si yo decido parar una relación lo negocio con mi pareja, "no puedo seguir así" "es lo mejor para los dos" "esto no funciona" "no eres lo que yo esperaba" "te mereces algo mejor" y hay que escuchar a la otra parte, aunque sea por cumplir, "yo cambiaré por ti" "será lo mejor para ti" "intentemos una vez más que esto funcione" "puedo ser quien tu quieras que sea" "Yo no quiero algo mejor, te quiero a ti".
Nunca suele ser un frenazo a la ligera, son cosas que se ven venir, y en el fondo de cada persona hay un motivo por el que decidimos poner fin a una relación. Y duele, duele tanto si somos nosotros los que lo decidimos como si somos los que lo sufrimos, te pueden dar un tiempo, una segunda oportunidad, pero la relación ya estará viciada, ya no será igual, algo falla, el engranaje no va bien, y como dice el refranero popular... dos no pelean si uno no quiere.
Los motivos pueden ser diversos, no te llena como debería la relación, te absorbe por completo, todo va muy rápido, una tercera persona, un sentimiento encontrado, ganas de soledad, demasiados defectos, o simplemente se acaba el amor, o se ha ido hacía otro lado.
Eso sí, lo mejor de todo es cuando llevas un tiempo sin pareja y sin escarceos y sin venir a cuento empiezas a ver cosas de relaciones pasadas, pasas por la calle en la que compartiste un mes de tu vida, ves el piso en el que casi os metéis (no ha pasado el tiempo por él), ves un regalo de cumpleaños, encuentras una camiseta que usó para dormir en tu casa, un papel escrito en un cajón, una horquilla en el bolsillo de tu americana. Siempre te sacan una sonrisa, te acuerdas de lo bueno, incluso piensas en llamarla, ¿para que? lo mismo ha rehecho su vida, cosa que tu no has conseguido, a lo mejor no quiere saber nada de ti... así que vuelves a pensar y la sonrisa desaparece, recuerdas como acabó todo, no acabó mal, pero acabó y aunque todavía no sepas muy bien por qué, estás seguro que tu subconsciente lo sabe. Habrá que seguir buscando, No tengo prisa, pero empiezo a estar preocupado. La que realmente me hace sentir bien es inalcanzable, y el resto...
En twitter también hay cosas o no... dependiendo del día ¿me sigues? TU DECIDES http://twitter.com/Dani_Montero 

No hay comentarios:

Publicar un comentario