lunes, 4 de abril de 2011

Todos son iguales

En las últimas semanas solo oigo a las mujeres quejarse, y siempre de la misma manera, siempre dicen lo mismo, "todos los tios son iguales" y en cierta medida no me queda más remedio que darles la razón, pero hay ciertos matices que habría que reseñar. Si bien es correcto el hecho de que todos los hombres son iguales, por que todos piensan lo mismo, porque todos van con las mismas intenciones, porque todos actúan y visten igual, porque todos van a los mismos sitios, buscando lo mismo, pues, no me queda más remedio que decirles que tienen razón, aunque no es menos cierto que en esta ocasión tengo que decirles que hay un "pero", y es que todos son iguales, pero, todos los que ustedes veis y que os confunden y os hacen pensar que son vuestros príncipes. Hay es donde falláis casi siempre. Y la culpa es que los hombres son todos iguales, y los príncipes también somos todos iguales, solo que es más difícil darse cuenta.
No has leído mal, no hace falta que lo releas, he puesto LOS PRINCIPES SOMOS TODOS IGUALES, sí, no me digas que no te habías dado cuenta. Te voy a argumentar la frase. Verás como llevo razón. Medita por unos instantes tus ultimas relaciones o escarceos, ¿donde conociste a ese supuesto príncipe? casi seguro me atrevería a decir que fue de noche, en la oscuridad de cualquier bar. Te confiaste, lo viste engalanado, como suelen ir los príncipes, y te sedujo con su burda palabrería que ya tiene más que gastada. Te embaucó su físico, que suele ser admirable (eso no lo voy a discutir) pero tras esa fachada ¿que hay? de todo lo que has leído lo único en lo que puedo haber fallado es en lo del físico.
Esos no son príncipes, aunque lo aparenten, pero no me negarás que es más creíble un hombre disfrazado de príncipe que un príncipe vestido de hombre. Que caíste y que al final la jugada salió mal. Ahora, piensa en ese hombre que siempre que lo llamas aparece, que siempre está ahí para sacarte una sonrisa o para secarte una lágrima, o para hacerte compañía. Tal vez no vaya con los ropajes de un príncipe, pero seguro que no lo conociste de noche, tal vez era camarero de un bar donde sueles ir a tomar café, o quizás un cliente tuyo, o lo mismo es un amigo de la infancia, o un amigo, sin más. ¿Cual crees que es la actitud de un príncipe con una mujer? ¿Adular y embaucar con palabras o demostrar que está dispuesto a todo con hechos? Tal vez no sea azul, pero es que los príncipes somos de muchos colores, pero si algo nos caracteriza es que la noche no la usamos para mendigar pasión, la noche es para pasarlo bien y en buena compañía y en el mejor de los casos... para dormir con una princesa. ¿Crees que nos reconocerás cuando nos veas a alguno? A mi ya me conoces ¿a que ahora te has dado cuenta de que hay alguno mas?
Yo no sé si conoceré a muchas princesas, pero te aseguro que puedo llegar ha hacerlas sentir como tal.

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Más información sobre príncipes en mi twitter
http://twitter.com/dani_montero

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