domingo, 6 de julio de 2014

¿La ves sonreir? (Continua...)

"Solo serán unos días" me dijiste, y esos días se convirtieron en varios años, años en los que nos vimos poco y tal vez no hablamos lo suficiente. Te fuiste para ayudar y aunque no todos los momentos fueron buenos creo que te sentaron bien. Maduraste, aunque aun te queda un poco, y sobreviviste, tu carácter hizo mucho bien, a ti misma y a los que te rodeaban, has ido dejando huella en todos los que te han conocido y compartido algún rato contigo. Eres así, increíblemente admirable, sorprendentemente inolvidable, así eres tu, querida hermana.

En esos años en los que no estuviste nos dimos cuenta que no hace falta vernos a diario ni hablar con frecuencia para saber que el otro está bien, la distancia no fue un obstáculo, además las vacaciones (tanto tuyas como mías) eran más divertidas, aunque el peor de todos fue el primer verano...ese verano no nos vimos, ese verano lo pasaste en Madrid, lejos de tus fiestas, tus playas, tu familia, de mi. Ese verano pasó muy lento. Pero de todo se sale, todo se supera, y en eso eres muy buena, en salir de los malos momentos, peleando como sólo tu sabes hacer y que yo no dejo de admirar.

Pero no quiero hablar de tristezas, hoy no, hoy quiero que te sientes, como supongo que estarás ahora, tal vez en tu sofá, mientras se calienta la barbacoa, yo estaré sentado cerca y deberías preguntarme "¿Qué es lo que tengo que coger?" Hazlo, pregúntamelo.

Ahora ya estas preparada, ¿Recuerdas la primera vez que fui a verte? Fue en tren, me llevé a Miranda y me acompañó Sergio, íbamos a verte con la excusa de ver un partido del Recre. Nos vimos poco, después pasó lo que pasó y te mudaste, y volví a verte, esta vez en coche y con Jesi, ese viaje fue divertido, cenas, paseos, almuerzos, centros comerciales y parques de atracciones. Pero sin duda, cuando más empecé a disfrutar fue en Yuncler, allí estuve dos o tres veces, y me encantó. Allí desplegaste todo tu encanto y te hiciste rápido con un grupo que, aún hoy te echa de menos, Juan, Ana, Ferwy... y sigues en contacto con ellos, has conseguido que Madrid, Yuncler y Huelva tengan algo en común, a ti. ¿Sabes lo difícil que es eso?

En esos años en los que estuviste fuera, siempre se te echaba de menos en los momentos importantes, navidad, fin de año, las fiestas del pueblo, colombinas, pero sobre todo en tus cumpleaños. Esos momentos eran los más duros, pero ahora estás aquí, rehaciendo tu vida, a solo unos kilómetros de mi, mi hermana, la canija (que ya no lo es tanto), y me hubiera encantado poder comprarte algo, pero lo único que puedo ofrecerte son palabras, eso sí, son palabras que salen directamente del corazón, porque aunque pasen los años, aunque nos separen varios cientos o miles de kilómetros, hay algo que no va a cambiar nunca, yo siempre estaré ahí.

Feliz Cumpleaños hermanita, que sean muchos más y que yo los pueda disfrutar contigo, y por si se te había olvidado...¡¡NO TE OLVIDES DE SONREIR!!