Muchos podéis pensar que tengo una vida envidiable...os la dejo el tiempo que queráis. Y más si os guiáis por lo que sale en las redes sociales. Tengo suerte, después de todo, por que pese a estar totalmente descontrolado las cosas no me están saliendo del todo mal. Tengo varios proyectos que están tomando un rumbo ilusionante (es de las cosas que más me motivan), tengo gente a mi alrededor que me empuja a seguir adelante, tengo sueños que parece que pueden hacerse realidad y tengo la esperanza de volver a ese viernes donde dejé de ser una persona cuerda.
Algo que me ayudaría es poder recuperar los atardeceres, poder recuperar los paseos por la playa, poder recuperar tus manos entre las mías, poder sentir de nuevo un abrazo, poder perder la noche hablando en el sofá, igual que perdíamos la ropa. Dar un salto atrás y recuperar lo que dejamos en pausa.
No voy a negar que estar desquiciado es divertido, pero después de tanto tiempo creo que necesito reconducir todo y tener lo que me falta. Ya no es cordura, es una estabilidad en todos los sentidos.
Perdí el sentido del amor pero no el del sarcasmo, sabes que te haría el humor hasta llegar al orgasmo.
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