martes, 29 de diciembre de 2015

La verdad de 2015

Con mucha fuerza empezó este año que está a punto de acabar. Nada podía ir mejor, lo tenía todo. Aunque el golpe de realidad no tardó en llegar. Pero no adelantemos acontecimientos, este año ha tenido más cosas buenas que malas. He conocido a mucha gente, la inmensa mayoría geniales, algunos increíbles, otros de los que he aprendido y otros, los menos, con los cuales he disfrutado y he redescubierto lo que es "vivir el momento"


Con un trabajo en el que he tenido la suerte de coincidir con un buen tío, con el que me hubiera gustado trabajar más tiempo, pero que lo que trabajamos juntos disfruté. Me dolió dejarlo en mayo. Lo que empezó siendo 3 meses fuera de casa se convirtieron en 6, algo que destrozó lo que yo pensaba que iba a ser eterno, los problemas, el no saber arreglarlo, la "distancia" que fue algo más que los kilómetros, el no poder, eso acabó con miles de promesas. Los tres primeros meses de prácticas ilusionantes, y justo cuando estaba a punto de volver...una oportunidad. Reconozco que tuve miedo al aceptar, hoy, después de varios meses, puedo decir que estoy superorgulloso de esa decisión. Por todo, porque la verdad dió la cara, porque en mi camino se cruzó gente maravillosa, gente a la que no podré olvidar, gente a la que admiro y gente a la que, pese a que me duela, querré eternamente.

Cesar, Mariangeles, Lurdita, Estibaliz, Jose, David, Alberto "Vete a vender", Alberto "Capitan Lepe" Sandra, Isa, Sergio, Luis, Melón, Melona, Blas, Carmen (había varias, pues todas), Desi, Janet, Beatriz, Gonzalo y alguno más que se me quedará en el tintero, también agradecer a Tomás, ya que confesó que pese a que mi curriculum era el de menos peso vió algo en mi que le convenció y por supuesto a Jesús y Mariloli, ya que ellos tuvieron la última palabra. Me sentí esos meses que estuve allí muy valorado y querido por todos, y como siempre, intenté dar lo mejor de mi. Mención especial tiene Rafa, que aunque no lo conocí este verano si que fue una pieza importante y una gran ayuda.

Pero el verano se acaba y pese a que cada uno volvió a rehacer su vida aun seguimos en contacto algunos. Después del verano comenzaron los viajes, los estudios (que terminaron antes de tiempo), volvió la realidad, volví a soñar. Por delante una nueva aventura, esta vez en la radio, esta vez (y de nuevo) con el fútbol y volví a demostrarme a mi mismo que delante de un micrófono soy capaz de cualquier cosa. Generación Montero parece estar arrancando. Vuelve la sonrisa a la cara de los que cada semana hacen posible este programa, Enrique, Carlos y Migue (aunque últimamente ande desaparecido).

Las redes sociales son muy chivatas, aunque tampoco quiero que penséis que mi vida es de ensueño. La verdad es bien distinta. Entre tanto proyecto y tanto ajetreo y entre tanta gente al final, estoy solo. Aunque he intentado no estarlo, pero está claro que no estoy entre las opciones, aunque un día si lo fui y de las serias, ya sea por distanciamiento (no en kilómetros precisamente), ya sea por cualquier otro motivo, al final este año acabará como tantos otros.

Y este 2015 se despide casi como empezó, mismo trabajo que cuando llegó, distintos compañeros. Más amistades, más vivencias, más experiencias y una sobrina preciosa. Al menos me queda el consuelo que "Siempre nos quedará NYC" y ese pensamiento dentro de mi cabeza que me recuerda una y otra vez que "debería estar cansado de robar madrugadas..."


Sé que en 2016 habrá nuevas experiencias, nuevas aventuras, nuevas vivencias, nuevos proyectos, más radio y... quien sabe si llegará por fin la eternidad.... Espero que 2015 haya cumplido lo que os prometió. Deseo que 2016 sea aun mejor.

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