Debió ser en el inicio de un duermevela, de ese instante en el que aún no estás dormido, ni despierto, en ese momento mi imaginación decidió empezar el sueño. No hay otra explicación. Intentaré explicarme, pensé que era real, durante algún tiempo pensé que me estabas gritando que esta vida sólo es un segundo. Es de esas cosas que no te esperas, de esas capaces de revolver tu vida y hacerte creer que eres capaz de comerte el mundo.
Pero los sueños, llenos de magia como este que os cuento, no son interminables, por desgracia. Yo intento soñar y hacer realidad eso que sueño, hasta ahora todos mis intentos, que no han sido pocos, no han servido de mucho. Tal vez me gusta soñar imposibles, tal vez sea demasiado exigente conmigo mismo. Lo que más harto me tiene es que pese a estar cada vez más cansado no puedo dormir, no puedo volver a soñar.
Me he convertido en experto en echar leña en hogueras apagadas. No me vale que me digas eso de "donde hubo fuego..." si la llama se extingue poco más se puede hacer. Pero no te equivoques, esto no es un lamento, ni mucho menos, es un sueño sencillo, lo difícil es volver a dormir y seguir por donde el penúltimo sueño se acabó. Sólo tengo que cansarme, conseguir dormir, soñar contigo y...volver a encontrarnos.
Puede que sea difícil, pero en esta vida todo es posible, si una vez lo conseguí supongo que podré volver a hacerlo. Desde hace no mucho tiempo creo que existen brujitas capaces de cosas imposibles, puede que no crea en el destino, pero sí creo que en la magia.
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