Serían poco más de las tres de la madrugada y seguía sin poder dormir, con los ojos cansados pero inquietos, imposibles de mantenerlos cerrados. Un sueño ligero y casi inexistente lo llevaba acompañando varios días, y no encontraba motivo alguno. Salir de ese quiero y no puedo era una difícil decisión en aquellas circunstancias, pero eligió levantarse. Pantalón corto, las deportivas y una camiseta que compró en el último concierto al que fue, se acercó al recibidor del pasillo, cogió las llaves de casa y del coche e hizo un gesto con la mano que su perro entendió a la perfección situándose a su vera de un salto desde el sofá.
Mientras su perro correteaba por esa inesperada salida nocturna en su cabeza no había nada claro, acaba de darse cuenta que estaba saliendo del garaje cuando el reloj casi marcaba las 4 y cuarto de la madrugada, con su perro en el asiento del copiloto, pero ya estaba en marcha, no había vuelta atrás. Cuando la ensoñación en la que estaba inmerso le dejó la mente clara durante unos segundos se vió a la orilla del mar, sentado, con un cigarro en una mano y una botella de ron en la otra, a sus pies, su fiel compañero, tumbado, tranquilo.
Se puso en pie, se quitó los zapatos y se acercó al agua, tiró el cigarrillo consumido al mar y sacó de su bolsillo otro que encendió con premura y comenzó a andar. Pensaba hasta que el dolor en su cabeza se hacía insoportable, pero no entendía nada de lo ocurrido, se había quedado en una fase de la que no sabía salir, esperaba algo que le dijera por donde continuar, pero no era culpa suya, ¿o si? las cosas que había hecho le habían llevado a ese punto en el que todo está en reposo, en stand by, en el que solo se podía continuar si ELLA le daba la señal... ELLA... eso era lo que le pasaba, siempre es ELLA, entonces recordó sus palabras en la pantalla de su teléfono, "Porque a veces pienso que nadie me quiere..." y su mensaje, su estupido mensaje "Lo único que sé es que yo si te quiero, espero que sirva de algo lo que te escribo, pero tenlo claro, VA EN SERIO". Las seis menos cuarto de la mañana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario