jueves, 24 de abril de 2014

Luna de Piel de Toro

Antaño, cuando el toreo era cosa de unos pocos, cuando las ganaderías eran como templos, cuando los recursos eran escasos...antes, cuando todo era rústico y rudo, comenzó una tradición. Los "muletillas" esos que saltaban a las grandes plazas para dar un par de capotazos antes que los cogiera la guardia, intentando dejar en el albero su impronta y su destreza con la capa. Esos, que sin medios para entrenar y aprovechando la Luna Llena acechaban las fincas, se colaban intentando no ser descubiertos, separaban a un toro de los demás y, desnudos, iluminados solo por ese brillo especial que tiene la Luna Llena, con un trapo por capote y sin espada, se enfrentaban de igual a igual con el noble y bello animal. Se decía que grandes toreros, habían pasado por eso antes de convertirse en Leyendas, se decía que si no habías enfrentado tu desnudez ante tan soberbio animal no eras torero, se decían tantas cosas...


Ahora, en estos tiempos donde hay escuelas para cualquier cosa, donde cualquiera es profesor de cualquier materia ¿quién te enseña los valores? El valor de enfrentarte a tus miedos, el valor de enfrentarte a la realidad, el valor de tener que luchar por conseguir acomodarte en este mundo. 

Ahora estamos como antaño, distinto decorado, distinto rival, misma situación. Pocos son los que salen desnudos a enfrentarse con ese "toro" que ya no es noble y que me perdonen los taurinos, pero les han salido duros competidores. Ya no hay capotes, ni muletas. Ya no hay valientes desnudos. Ahora, cualquiera es torero. Ahora, no quedan valores, ni nadie que los defienda. 


domingo, 20 de abril de 2014

Prescindibles

Mira a tu alrededor...pero mira, puedo esperar unos segundos. ¿Qué ves? ¿Cuántas cosas de las que hay alrededor usas a diario? ¿Cuantas usas de vez en cuando? ¿Cuántas has usado una vez?

Estamos rodeados de cosas prescindibles, cosas que están muy bien, pero que o no usamos, o usamos una vez, que al caso es lo mismo. Pero también hay cosas que "necesitamos" y el no tenerlo nos idiotiza y nos ciega.

El dinero puede parecer importante, pero es prescindible, la electricidad, tal vez no concibamos una vida sin electricidad, pero es posible hacerlo. Difícil, pero posible, el teléfono, internet, el tabaco, la cerveza, esos zapatos tan caros que compraste y que reservas para ocasiones "especiales",  se puede vivir sin todo eso, tal vez sería más duro, pero se puede vivir. 

También hay sentimientos que son innecesarios. y actitudes inútiles. El odio, la desgana, los malos pensamientos, la negatividad, el pesimismo, no sirven para nada, solo para sentirte peor tu mismo. ¿para que malgastar tus energías en algo que no es bueno para ti?.

Los extremos también son prescindibles, el amor enfermizo, la soledad llevada a la locura, la abstinencia sexual (hablo con conocimiento de causa), el control excesivo sobre todo lo que te rodea. ¿Qué consiguen en ti?

También hay momentos prescindibles, despedidas finales, los últimos abrazos, esos besos que no se repetirán más...

Tú eres prescindible, la segunda persona del plural...no se ha hecho prescindible, se ha convertido en un sueño inalcanzable, en cambio yo, yo si soy prescindible.


sábado, 5 de abril de 2014

Mezcolanza

Tus ojos, con su boca, y la nariz de esa otra. El pelo sería de aquella y tu voz...tu voz de las que acaricia el alma, como esa que escuchamos en algunos programas de radio. Tus piernas, las dos de la misma mujer, pero distinta a las otras, lo mismo pasaría con tus manos, tu pecho, incluso tu ombligo. De ti me gustan tus ojos.


El problema que no puedo conseguir esa mezcla idónea, y con tus ojos no me basta. Hace falta más, tampoco es suficiente con su boca o la nariz de esa otra. El pelo de aquella y la voz que acaricia el alma como la que escuchamos en algunos programas de radio tampoco conseguirían satisfacerme. Unas piernas, unas manos, sus pechos, incluso el ombligo. Aun consiguiendo todo y uniéndolo... me faltaría algo. Con el físico no se puede enamorar, solo atraer, es la mente, la complicidad, esa conexión más allá de lo carnal que hace que lo carnal sea sublime. Eso, no lo tiene ninguna de esas mujeres que podría desmontar para que se parecieran a ti. Esa mente, solo está en mi imaginación, y el cuerpo...como habrás observado, también.

Ojalá encuentre a ese hada que me conceda un deseo.