No sé que hora sería, llevo reloj pero últimamente lo miro poco. Se que era de noche, con una luna que jugaba al escondite con nosotros en la playa. La arena fría y las olas eran nuestros compañeros esa noche y mientras que Lisbeth entraba al agua yo esperaba tranquilo en la orilla, después me pidió que nos bañaramos juntos, no podía aceptar, no se muy bien porque, pero solo llegué a mojarme hasta los tobillos. Después de un rato, nos acercamos a las tablas que dan acceso a la playa, y allí sentados me dió una una charla que aún hoy retumba en mi cabeza cual martillo de herrero.
- Te explotan - Dijo tajante Lisbeth
- No te equivoques, a mi me gusta mi trabajo y disfruto allí, aunque este año no lo esté haciendo mucho.
- Digas lo que digas te explotan y tu intentas disimularlo como puedes, tu vida depende de los horarios que te ponen en el trabajo, solo descansas un día de la semana ¿Y en invierno?
- Es lo que he elegido, además tengo muchas cosas que pagar, el coche, internet, el seguro, el tabaco, las salidas nocturnas contigo...
- Excusas, sabes de más que te explotan en el trabajo que hacen contigo lo que quieres y que intentas no fallar a alguien te falla bastante a menudo. - Lisbeth era tajante y convincente y se le notaba dolida.
Pienso que lleva razón pero me cuesta reconocerlo y sigo defendiéndome como puedo, pero ella continua arremetiendo con dureza una y otra vez, hasta que llegamos al tema principal y creo que motivo de esta conversación.
Lisbeth tomó aire, me miró (algo extraño en ella) y me dijo en tono melancólico y desde lo más profundo de su alma.
- Necesito más tiempo contigo, me gusta estar contigo, eres diferente al resto de los que conozco, pero tu maldito trabajo, siempre tu maldito trabajo... y me duele verte agobiado por culpa de tu jefe. ¡¡Mándalo todo al carajo!!
- Sabes que no puedo, sin dinero..
- ¡¡Sin dinero leches!! no hemos hecho nada juntos que no se pueda hacer en un día, siempre estás con la mierda del tiempo y de descansar para trabajar... ¿cuando demonios vas a descansar del trabajo? ¿cuando vas a tener tiempo para ti?
Y seguía y seguía dándome motivos cada vez más convincente de que algo no funcionaba en mi vida, pero lo que me llegó a rozar la fibra sensible fue ese "necesito más tiempo contigo". Eso me hizo pensar en todo lo demás y aún así sigo pensando en la respuesta a la pregunta "¿Y si te diera la razón Lisbeth?"
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