miércoles, 16 de marzo de 2011

Solo necesito...

Sé que estaba cansado, pero feliz, nisiquiera se que hora era, el reloj estaba lejos. También te puedo decir que no estaba en un lugar que conociera, no era donde solía despertarme. Lo que si sé es que, había sido una noche sin calificativos inventados, no había forma de describirlo. Ni siquiera lo voy a intentar, fue una noche que no repetiré jamás. Pero fue contigo. Recuerdo que desperté sin más, con tranquilidad, intentando ubicarme, y al mirar a uno de los lados de la habitación vi ropa tirada por el suelo, pensé en las prisas, pero hice memoria, y me fijé en los detalles, los botones de mi camisa estaban esparcidos por el suelo, entonces pensé en las ganas. Al girarme hacía el otro lado te vi a ti, de espaldas a mi. Podía ver tu espalda escondida entre tu pelo, te lo aparte con cuidado para buscar los lunares y ver si seguían en su sitio, la noche había sido intensa y temí que alguno se hubiera caído. Pero no, estaban todos y en su sitio.
Entonces aprovechando que dormías me quede mirando tu espalda, tu cuello, y te acaricié con la intención de no despertarte, rozando con la yema de los dedos tu espalda al aire, recorrí tu brazo sobre la sabana y disfruté imaginando tu cuerpo desnudo debajo de las sabanas. Entonces no pude aguantar más, y con todo el cuidado que pude, te besé en el cuello, notando como se te erizaba la piel, y te estremecías, igual que anoche.
Despertar contigo debe de ser algo así, como lo que has leído, yo no lo tengo claro, aunque me gusta pensar que sería así, con respecto a lo que se supone que hicimos esa noche… no hay palabras para describir algo que no ha pasado. Pero supongo que podría  encontrarlas si tu aceptas. Solo necesito una noche, y su correspondiente amanecer. Solo eso.

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