Estaba en la terraza de una casita cerca del mar, a mi lado tenía cerca una mesita, con una copa de vino (como no), un cenicero sobre el que hay un puro de esos de Don Julian, algo más grande que un cigarro, ¿puede ser el número 5?, no lo sé. Tengo un libro en las manos que me tiene embelesado, pero no se por que extraña razón no puedo ver el título y a mi alrededor corretean unos niños que me llaman Tito Montero. ¿porque me llaman por mi apellido y no por mi nombre? A mi me gusta más mi apellido desde luego.
Cierro el libro y lo dejo sobre la mesita, me acerco el puro a los labios y al cogerlo veo algo extraño,mis manos, no parecen mías, me incorporo algo nervioso de la tumbona en la que me encuentro, mis pies tampoco parecen míos. Algo fallaba, demasiadas arrugas. ¿es un sueño? ¿por que me noto tan mayor?. Entonces empiezo a notar como mis pulsaciones suben, esos niños que comienzan a preguntarme si me encuentro bien. ¿Como me voy a encontrar bien?
Una mujer de unos treinta y algo años sale de la casa y me dice Dani, ¿Te pasa algo? Su cara me es familiar, - Entra en casa anda, que la comida está lista, y he hecho arroz con leche de postre- Su voz, su rostro, -¿Hermana?
- Dime.
- Nada, ¿hay agua fria?
- Claro, entra anda, que llevas mucho rato al sol.
Y justo cuando estoy a punto de entrar en la sala principal... "¿Le das al mando del tabaco por favor?" Vuelvo a la realidad, me cago en el tabaco. Quiero volver, quiero saber si estas a mi lado, quiero que vuelvas de la compra, o del trabajo, por que no creo que no estés a mi lado, por que si no estas... si no estabas espero que ese Recuerdo o lo que demonios haya sido eso se equivoque.
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