domingo, 8 de noviembre de 2015

A un paso

¿Cuanto se avanza con un paso? ¿Medio metro? ¿Cuanto se retrocede? Un paso, solo un paso es lo que nos distancia. No hay tiempo, sólo una distancia irrisoria. Un paso que puede acercarnos, o no. Mi único paso es hacia atrás, yo he llegado hasta aquí. Ahora te toca a ti. ¿hacia delante o hacia atrás? ¿Y si no das el paso? seré yo, y pese al esfuerzo de llegar hasta aquí no dudaré en girar y volver a dejar todo como estaba.


Pese al dolor, porque duele, no dudaré ni un segundo. Poner todo como al principio, no será fácil, tal vez sea más duro que todo lo andado hasta aquí, pero las heridas sanan, todas sanan y, cada herida curada te hace más sabio, más duro, más insensible. Tengo el alma llena de ellas, no será la primera herida, pero ojalá sea la última. No me congratula el esfuerzo en vano, el no saber el por qué de muchas cosas, o el saberlas y no querer creérmelo. Por desgracia no tengo más que ofrecer, lo que has visto es lo que hay, no sé si algún día algo cambiará, lo que sí sé que ese paso atrás será definitivo.

No me gustan las cosas a medias, no me gustan las dudas, no me gusta ser la alternativa, ni el segundo plato. Hace tiempo una amiga valiente me enseñó que si no se quiere con todo es mejor no querer, y sé que de eso ella entiende bastante. Desde entonces o lo doy todo o no doy nada, y nunca hay segundas oportunidades, si a la primera no funcionó, ¿por qué iba a hacerlo en la segunda?


Si después de leer esto dudas, si no das el paso al frente, si sigues sin entender nada está claro que no vamos a poner lo mismo, entonces lo que haré...

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