jueves, 28 de julio de 2011

¿Bailas?



En uno de esos momentos porosos de tu piedra vida buscas o te dejas encontrar por alguien de quien sólo conoces matices, su foto de perfil en Twitter, mensajes privados, y crees o necesitas creer que hay algo más allá de ella que necesitas interpretar como tuyo, como una parte nueva o dormida o indescriptible de ti, tal vez crucial, que cambiará tu vida. Miles de mensajes privados después del primer mensaje público decides y ella también decide quedar, encontraros, poneros cara y olfato y gusto y tacto: por fin llega el pánico del primer impacto visual, esos dos primeros besos en sus mejillas recientes nada más tomar asiento en tu mismo taxi, a tu mismo lado.
Sonríes, arrancas el taxi y entonces ella comienza a hablar y tú también hablas y os pisáis las palabras como dos perfectos conocidos. El engranaje rueda mejor que en el mejor de los ensayos, brutal sinergia que notas y necesitas notar en ella aunque no consigas interpretar hasta qué punto (eso nunca se sabe, no al menos en la primera cita de quien crees importante, con ella no es urgente la urgencia). Decides el mismo destino que ella: cerveza a raudales, charla, y miles de excusas para brindar. Te cuenta y cuentas pasados líricos, derribas tus propios muros cegado por el peso atroz del instante. No es el alcohol quien te empuja: son sus ojos.
De tanto negar el paso del tiempo cerráis la terraza. Y quieres más. Y luego, paseando a su lado, también quieres interpretar que ella también quiere el mismo más que tú. Es complejo descifrar el lenguaje mudo de quien ahora deseas que sea una parte generosa de ti o tú una costilla más de su costillar, como dos Adanes ante la atónita Eva. Aquí no vale actuar como el morboso náufrago sin nada que perder porque nadie importa. Aquí te la juegas, y eso nubla y limita tus deseos. Es el miedo a no ser correspondido.
Al despedirte de ella os dais tan leve abrazo que no hay tiempo para sentirlo. Después un beso casto en la mejilla y se marcha. Te imaginas un punto suspensivo por cada paso que da de camino a su portal. Quieres mucho más que todo, pero no sabrías cómo decirlo.

Texto extraído del blog de Daniel Díaz, del diario 20minutos, publicado con fecha del 28 de julio de 2011, espero que no le moleste, pero es que me venia que ni pintado. Ahora espero que ustedes lo disfrutéis tanto como yo, y que leáis algo más de este blogero.
http://blogs.20minutos.es/nilibreniocupado/2011/07/28/%C2%BFbailas/

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