lunes, 26 de septiembre de 2011

No lo cambio


Siempre he dicho que lo que has hecho en el pasado es reflejo de lo que eres ahora, si bien es cierto que puedes estar más o menos orgulloso de todo lo acontecido en tiempos anteriores, debes tener claro que no lo vas a poder cambiar, así que aprende a de todo lo que has vivido, y saca solo lo mejor de cada historia. Yo no dejaré nunca de reconocer que mi pasado me persigue y siempre sale en el momento menos indicado, por eso, y para que no se me olvide a mi tampoco he decidido hacer un recorrido por esa época, la que más daño me ha hecho en estos últimos años, dejando claro que aunque me duela, no lo cambiaría por nada, por que es mio.
No puedes olvidar la primera relación, eso se te marca a fuego en la mente, yo jamás olvidaré esa tarde en el cine, y una frase "¿Has venido a ver la película nada mas?" y es que ella si tenía las ideas claras, yo reconozco que no tanto. ¡Ay mi Lola! que recuerdos y que alegría me dio el saber de ti hace poco. Enhorabuena por conseguir tener una familia.

Al poco de esa infructuosa relación, y poco duradera por cierto, llegó la que me enseñó como vivir una relación, Mari Carmen, que fue sin duda la que me dejó claro como se hacían muchas cosas, la que realmente me mostró que una mujer puede hacer con un hombre lo que quiera, y dejarlo con la miel en los labios siempre. Una maestra increíble, una mujer que desapareció durante años para volver siendo madre también hace unos días. Sigue igual de guapa, y aún más loca que aquel entonces.

Apenas rondaba los quince cuando conocí a Desi, mujer de ojos flamencos, pecho generoso y más joven que yo, aunque no lo aparentara, todo pasión, y mucho juego infantil. Aún recuerdo esas tardes en el parque y esas noches... aún las recuerdo también.

Aunque no terminamos nada bien, el tiempo acabó poniendo las cosas en su sitio. Tere fue la mujer que me hizo hombre, la que me mostro el camino y varias cosas más, compartimos muchas cosas, muchas sensaciones y experiencias, por compartir...compartimos el odio mutuo, que se fue apagando, tantos años después nos volvemos a sonreír, se que no fui el primero, pero tu si fuiste la primera.

Tras un año del que no intento olvidarme, pero si que intento no hablar mucho llegó ella, la hija de una de las encargadas del trabajo, rubia, ojos claros, todo pasión, que tal vez coincidió conmigo en un momento poco apropiado, y que por desgracia tuvo que marcharse a su Málaga natal, todavía me pregunto ¿Que hubiera pasado si no se hubiera ido?, y no se si será mi mala cabeza o que mi visión me juega malas pasadas, pero en ocasiones me parece verte paseando por la ciudad, no te enfades si no te saludo, lo que pasa es que no estoy seguro de que seas tu.

Viajar, descubrir cosas nuevas, vivir de una forma diferente, pasear, hablar, y ser feliz, aún hoy me pregunto que demonios pasó, con Alejandra era feliz, tenía todo lo que podía soñar cualquier enamorado, y creo que fue lo más cercano al amor que había conocido hasta ese momento. No se porque se acabó, pero es de esas personas de las que me arrepiento no saber nada, y de que se me haya escapado.

Rocío era todo pasión, en su cuerpo menudo había tanta calor que podía con ambos, fue algo corto, pero sin duda sincero, hasta que el alcohol pudo con los dos, y nos perdimos, creo que desde entonces intento controlar cualquier exceso con las fiestas, no quiero cometer el mismo error de nuevo.

Me entero por tuenti que se casó hace poco, con un amigo en común, quien diga que internet no hace relaciones estables no conoce a Mari Luz, cuantas fotos y cuantas historias encontré el otro día en un cd que me devolvió, yo no se cuantos años después, un amigo. Lo que internet y el Recre han unido...

Creo que después me decidí a volver a estudiar, fueron 4 años después, y ya no era en el barrio, así que tuve que hacer amigos nuevos. Entre ellos había una chica, Maria José, vergonzosa, rubia, con un cuerpo que llamaba la atención, y sin saber muy bien como terminamos el curso juntos, es la relación más larga que he tenido, bueno, que tengo, puesto que yo pasé el verano trabajando, entre otras cosas, y cuando volví, ya nada era como antes, pero nunca rompimos, así que nos estamos siendo infieles desde entonces. Espero que al menos ella pueda decir que le va bien.

No solo se disfruta en el amor, eso lo tengo claro, también se sufre, eso me lo enseño Elena, en algo más de dos meses, disfrute mucho, tenemos anécdotas para escribir un par de libros, pero también lo pasamos mal, sobre todo yo. Una experiencia que no olvidaré jamás, ni a ella tampoco.

Pienso que con Mariló hice las cosas mal desde el principio, estudiar, trabajar y ofrecer más tiempo del que tenía para estar con ella no fue una buena elección, pero si que es cierto que tampoco lo pasamos tan mal, aprendí a jugar al "poquino" conocí varios sitios en Portugal maravillosos (no he vuelto a ir desde entonces) y reconozco que cada vez que pasó por delante de su trabajo (que no se si sigue allí) paso despacio por si la veo en la puerta, como cuando estábamos juntos.

Gané mucho dinero ese verano, y también perdí mucho peso, 23 kilos nada menos, y mucha de la culpa es de Elena (otra), me quitaba el sueño, con mi consentimiento, y me daba mucho trabajo, fue la primera vez que me convertía en el otro, aunque de eso me enteré al tiempo.

Si alguien me marcó por muchas cosas fue Rasa, una mujer digna de una pasarela, con una cara angelical, morena de ojos inmensos y negros, piernas largas y estilizadas y más pasión que corazón, aprendí que nada es imposible.

Estudiar y trabajar me estaba hundiendo en la miseria social, menos mal que apareció ella decidió hacerme compañía, Tamara fue una gran pareja, y una grandiosa amiga, le tengo que pedir perdón, porque me equivoqué en el final de la relación, y soy yo el único que metió la pata. Todavía sigo preguntando con disimulo que tal te va o si saben algo de ti. Ojalá algún día pueda pedirte disculpas, con eso me sentiré mejor.

Sin duda mi gran error, aunque no me arrepiento, fue una relación que terminó haciéndome mucho daño, me aventuré en algo que no podía mantener, la convivencia pudo con nosotros, porque no quiero pensar que fuera otra cosa (u otra persona), Eva consiguió sacar lo mejor de mi, pero también me hizo saber que no debes relajarte y dejar pasar el tiempo, las relaciones hay que cuidarlas y ofrecer cosas nuevas. De todo se aprende, y el dolor es una fuente inagotable de sabiduría, así que tengo que darte las gracias por enseñarme a sufrir, ahora aguanto mucho mejor los golpes.

Miedo, eso fue lo que terminó con la relación, el miedo propiciado por el vértigo y el no saber pisar el freno, Jessica es una mujer excepcional, jamás me faltó nada, me ofreció todo sin pensarlo en muy poco tiempo, pero la velocidad, por primera vez en mi vida, me asustó, y no vi la forma de frenarlo. Sigues siendo increíble, de verdad, se que te casas pronto y espero que seas todo lo feliz que yo no fui capaz de hacerte.

Y la última, hace ya casi dos años, era la locura personificada, me volvió loco, me enseñó a no depender de un reloj a que lo que piense la gente no debe afectar a nadie, lo único que debe importarme es lo que yo realmente piense, lo correcto o incorrecto depende, la normas son susceptibles de ser cambiadas, me enseñó a vivir de otra manera. La locura y la aventura fue algo que con Alejandra tomaba tintes épicos, dignos de historias medievales, ella fue la última, por ella dejé de buscar y esperar.

Y sigo igual, centrado en mi, si llega algo bienvenido sea, y si no llega...el tiempo no me preocupa y del futuro, solo el más cercano. Lo que si me preocupa es volver a sufrir o hacer sufrir, no me gusta rendirme, no se hacerlo, simplemente cambio de rumbo, de sitios, y si fuera necesario, de nombre y vida.

Que cada uno saque sus conclusiones, a todas las mujeres que he nombrado las aprecio, a todas, todas me han ofrecido algo, todas han aportado algo a mi vida, a mi caracter, a mi historia, todas me han hecho feliz en algún momento de estos últimos años, y a todas les doy las gracias por todo lo vivido junto a ellas, y les pido perdón si durante el tiempo que compartimos juntos les hice daño, o si el daño vino después.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Comienza de nuevo

Lo tenía abandonado, mira que saque todos los archivos por impresora, los arreglé y releí con la intención de hacerlo, pero en vez de eso, estaban cogiendo un tono amarillento y arrugándose en la maleta donde los dejé la última vez. Estaba dejado de la mano del destino, pero hoy...

Ha sido esta tarde, cuando tras cabecear a la hora de la siesta he decidido ponerme manos a la obra, necesitaba cambiar el chip, necesitaba algo que me tuviera entretenido mucho tiempo, y entonces me acordé, la historia, el príncipe, sus andanzas, sus penurias, sus amores y desamores y ... ¿como acaba su historia? eso mismo es lo que me he preguntado, pero para que algo termine tiene que empezar, así que hoy me he puesto manos a la obra, y me ha encantado la experiencia, las palabras salían solas, la historia iba tomando forma, desarrollando la primera entrega del blog, un párrafo tras otro, diálogos descripciones situaciones que en el blog se suponían y que ahora se ven con más claridad. Estoy emocionado y todavía no he terminado la primera parte, y estoy aqui, intentando bajar el subidón de adrenalina que me recorre el cuerpo y las ganas de seguir escribiendo, por que después de mucho tiempo escribo sin tener insomnio, escribo con ganas de demostrarme a mi mismo que soy capaz de hacer una historia completa, sin dejar las cosas a medias...

Tengo ganas de que podáis leerlo, tengo ganas de poner lo que tengo escrito aqui, que empeceis a darme vuestras opiniones, tengo muchas ganas, de verdad. Philip, Agnes, Elisabeth, Aliena Guiamona, y nuevos personajes que han ido entrando y más que aparecerán estoy seguro, todos ellos junto con Richard, esperan ser de vuestro agrado. Y yo espero conseguir escribirlo, no tengo prisa, pero si muchas ganas de seguir.

Mensaje en una botella

No hay muchas cosas que me hagan sonreír, tengo un caracter digno de estudio psicológico, paso de un extremo a otro en cuestión de segundos. Pero hoy me han sacado una sonrisa, de las de antaño, de las sinceras, de las que me hacía falta. Ha sido la misma persona que hace dos años me sorprendió y que unos meses después desapareció. Y lo ha conseguido de la misma forma que la primera vez, sabiendo que me iba a sentar bien, "Solo habla maravillas de ti", eso me han dicho, por supuesto por boca de otra persona, también me ha dado otra información que me ha dejado atónito, siempre ha sido igual.

¿Pensará todo el mundo lo mismo? ¿Hablaran todos bien de mi? Posiblemente no, pero solo con algún comentario como este cada cierto tiempo, me alegra el día. Se que dentro de un rato se me habrá olvidado todo, por eso he decidido escribirlo, antes de que sea un leve recuerdo en mi memoria, es lo único bueno que tengo, mi mala cabeza, mi sorprendete facilidad para olvidar muchas cosas, aunque no siempre olvido lo que quiero o me interesa.

Mañana toca irse, aunque sea por unas horas, alejarse de esta ciudad y de todo lo que me traiga gratos recuerdos, que aún siendo maravillosos hacen daño, por que como dice el Maestro Sabina "Que al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver" (Peces de Ciudad).

Y es que los recuerdos pueden cambiar tu estado de ánimo, dependiendo del momento y del lugar en el que estes, pero sobre todo, dependiendo de la compañía.

domingo, 18 de septiembre de 2011

Ha sido diferente

Han sido casi tres meses, diferentes, por lo menos para mi, después de 11 años de reclusión laboral. Mis últimos veranos se limitaban a ver la playa desde el trabajo, o camino de este, trabajar mañana o tarde, o mañana y tarde, dejando tiempo para descansar y ninguno para practicar la vida social, todo el verano igual, en realidad todo el año. Entre trabajo y estudios apenas he tenido tiempo para disfrutar de nada.

Pero estos tres meses han sido diferentes, concierto, barbacoas, rutas a caballo, cenas, paintball, charlas, piscina, playa, copas, cocteles, música, pero sobre todo buena compañía.

Ana, loca como ella sola, se deja querer, es diferente, especial, algo que te sorprende, su cara y su complexión no te da la sensación de tener tanta vida dentro de ella. Hemos compartido poco juntos este verano, pero lo suficiente como para saber que seguirá ahí cuando llegue el otoño.


Isa, tampoco hemos estado mucho tiempo juntos, cuando por fin parecía que empezábamos a vernos a menudo, coges y te vas a Oxford, y cuando volviste...bueno singstar cenas en tu casa rockband un par de pelis... al final si que hemos hecho muchas cosas juntos. A parte hemos hablado, me ha servido de mucho, y encima eres una nueva seguidora de este blog.


Enrique, la espinita clavada, me quedé con las ganas de poder estar a tus órdenes mientras me enseñabas a tocar la guitarra, hubiera sido un auténtico placer que hubieras sido mi mentor, reconozco que hay cosas que no hice bien contigo, pero bueno, nos quedan los recuerdos, conciertos, partidos, radios, ganar al paintball...como también nos queda una charla que ojalá algún día tenga la oportunidad de tenerla. No es justo que esto se tergiverse, ni que se malinterprete.



Barbara, la peque, la que más ilusión ha aportado este verano, la que más ganas ha puesto, la que ha sufrido mis largas noches de insomnio, una pequeña confidente, que se hace grande como su apellido cuando nota a sus amigos de bajón. No puedo decirte más. Gracias Barb.



Rafa, mi amigo, el culpable de que mi verano haya sido diferente, especial, inolvidable. Tu me has presentado a todos, y tu eres el que siempre ha contado conmigo. Te debo un verano, que no se como pagarte. Eres grande, muy grande.



Vicky, ¿y a ti que te digo? creo que no puedo decirte más.



A todos, bueno, no se que más decir, supongo que nos faltó grabar este video clip

La culpa es del destino

La habitación estaba en penumbra, la luz del atardecer se colaba por los huecos de la persiana, Richard estaba tumbado sobre su cama, manos en el pecho piernas estiradas, la cabeza un poco ladeada sobre la almohada. Todavía quedaban restos de lágrimas sobre sus mejillas, que brillaban cuando la luz incidía sobre ellas.

Los ojos cerrados, con la cabeza trabajando a toda velocidad, sin poder dejar la mente en blanco, sin poder dormir. La noche había sido un infierno, vueltas y más vueltas, se levantaba una y otra vez, salía de la habitación para recorrer los pasillos y escaleras de su casa, se asomaba al balcón, bajaba a la cocina, al patio, llegó a subir a la azotea. Allí fue donde más dudas le entraron. Botella de vino en mano, sin copa, bebía directamente desde el cristal que guardaba el embriagador liquido rojizo, pensaba que así conseguiría dormir. Se acercó a uno de los extremos, encaramándose al borde, en su estados cualquier brisa podía haber conseguido lo que él no fue capaz. Empujarlo hacía el vacío. Tres plantas, tal vez fuera suficiente para poder dormir. Esa idea se le fue de la mente al cabo de unos segundos, justo cuando su subsconsciente empezó a llamarlo COBARDE.

Volvió a su habitación, y tumbado sin apenas moverse vio amanecer, pasar el mediodía y ahora veía como el sol se volvía a esconder. Con la cara desquiciada debido a la falta de sueño se levantó, se colocó la ropa que usaba para ir a la construcción (Cuando iba a ver su obra) y salió a la calle de nuevo. Se colocó sus anteojos, esos que tanto llamaban la atención a las gentes de Fumaces y se puso a andar, sin rumbo, solo quería salir del pueblo.

Terminó en el bosque que conducía a Villalba, el destino estaba jugando con él, y su cabeza se estaba dejando vencer. Se giró, bordeó Fumaces y terminó en el Gran Lago, donde se despojó de sus ropas, y se zambulló, fue cuando se dio cuenta que no puedes estar sumergido hasta que tu pulso se pare. Maldijo los mecanismos de protección del cuerpo humano, salió desnudo y enfurecido, hacía un árbol que golpeó con insistencia, con todo un repertorio de patadas y puñetazos, pero fue el cabezazo lo que consiguió relajarlo, cayó a plomo debido al golpe que se propinó el solo, allí se quedó, desnudo, tirado entre matorrales con las manos y las piernas maltrechas y llenas de heridas, y una brecha en la cabeza tan grande como...

Allí se despertó a la mañana siguiente, con la sangre reseca por toda la cara, aturdido y sin saber muy bien donde estaba o que hacía allí. Se enjuagó la cara y las manos en el lago, se colocó la ropa que vio un poco más lejos de donde había despertado, y se puso a andar, no sabía hacía donde, no recordaba nada de lo que había pasado, no sabía donde estaba, no sabía quien era.

Divisó a lo lejos una población, y allí fue, nada más llegar empezaron a preguntarle.
- ¡Señor, Señor Richard! ¿que le ha pasado?
- ¿Richard? ¿ese es mi nombre?
- Señor por favor, venga conmigo, le tiene que ver el médico.
- Si, un médico, creo que eso me vendría bien. Después, ¿me podría llevar a mi casa? ¿vivo aquí?

sábado, 17 de septiembre de 2011

Vi-Da

Según la Real Academia de la Lengua:

vida.(Del lat. vita).1. f. Fuerza o actividad interna sustancial, mediante la que obra el ser que la posee.2. f. Estado de actividad de los seres orgánicos.3. f. Unión del alma y del cuerpo.4. f. Espacio de tiempo que transcurre desde el nacimiento de un animal o un vegetal hasta su muerte.5. f. Duración de las cosas.6. f. Modo de vivir en lo tocante a la fortuna o desgracia de una persona, o a las comodidades o incomodidades con que vive.7. f. Modo de vivir en orden a la profesión, empleo, oficio u ocupación.8. f. Alimento necesario para vivir o mantener la existencia.9. f. Conducta o método de vivir con relación a las acciones de los seres racionales.10. f. Ser humano.11. f. Relación o historia de las acciones notables ejecutadas por una persona durante su vida.12. f. Estado del alma después de la muerte.13. f. prostitución (‖ actividad de quien mantiene relaciones sexuales a cambio de dinero). Echarse a la vida Ser de la vida14. f. Cosa que origina suma complacencia.15. f. Cosa que contribuye o sirve al ser o conservación de otra.16. f. Estado de la gracia y proporción para el mérito de las buenas obras.17. f. Vista y posesión de Dios en el cielo. Mejor vida Vida eterna18. f. Expresión, viveza, especialmente hablando de los ojos.19. f. Animación, vitalidad de una cosa o de una persona. Esta ciudad tiene poca vida nocturna Es un cuadro con mucha vida20. f. aleluya (‖ pliego con una serie de estampitas).


Tal vez la definición sea correcta, pero ¿como describirías la vida? Quizás no te das cuenta que estas vivo... quizás estas tratando de vivir sin saber como hacerlo. Para mi la vida son momentos, buenos, malos, para olvidar e inolvidables. Vivir, es quedarte sin respiración al oir una canción, al ver una persona, al sentir el contacto de su mano sobre la tuya.
ViDa, es algo que te pueden arrebatar por un malentendido, por no hablar, por no dejarte llevar.
ViDa, es un suspiro, una lágrima, una canción, un gesto, un sentimiento. ViDa es darlo todo, sin esperar nada a cambio. ViDa.

Tendemos a confundir la buena vida con el bienestar físico, pero para conseguir una ViDa completa hace falta algo más que estar relajado. Debes de saber que hay alguien dispuesto a vivir contigo, por ti, dispuesto a compartir su ViDa y todo lo que ello conlleva. Nunca sabes de donde puede venir esa persona, solo llega. Sabes que si tu sufres la otra persona sufre, que si tu eres feliz la otra persona es feliz, estas totalmente seguro de que si tu saltas...

viernes, 16 de septiembre de 2011

Orgullos, prejuicios y rencores

Mi orgullo es mucho más grande que mi ego, y los que me conocen saben que de ego voy sobrado, lo tengo sobrealimentado, pues aún así mi orgullo es mucho mayor, aún así, soy capaz de destrozarlo y mezclarlo con un buen salmorejo acompañado de unas patatas bravas y aprovecharlo para el almuerzo con tal de solventar los problemas que realmente son importantes.

Pero no solo quiero que sepáis lo que soy capaz de hacer con mi orgullo, también reconozco mis errores, he cometido muchos a lo largo de mi vida, más de los que debería, muchos más, y no me arrepiento de ninguno, todos esos errores me han llevado a ser como soy hoy, lo que si es cierto, es que de algunos de esos errores no estoy nada orgulloso. Todavía hay quien recuerda el maldito efecto.

¿Por que escribo esto? por si alguien lo lee, que ya no se lo que hará, y decide dejar de pensar y dejarme actuar. No hay nada que pensar, yo asumo las consecuencias, pero solo pido que me escuche, disculpas incluídas y una información que aunque no le haga cambiar de idea espero que le haga pensar un poco.

Me trago mi orgullo, me hago responsable de mis errores, pero que cada palo aguante su vela, todos cometemos fallos, todos nos equivocamos, algunos somos capaces de reconocerlo otros...hacen público lo que no dejan hacer a los demás, y eso... eso duele y mucho.

lunes, 12 de septiembre de 2011

Príncipes, Historias ficticias (¿O no?) - Parte 2-

Al despertar a la mañana siguiente se encontró en la silla de la habitación un traje de baño, extrañado salió en busca de algo para desayunar y se encontró con el bueno de Thomas.
- ¿Que haces así todavía Richard?
- Pues, buscar algo para desayunar supongo
- ¿No has visto el traje de baño?
- Eh... si, pero...
- Pero nada Señor, póngaselo y por favor, baje al lago, estamos preparando un gran almuerzo- Dijo el orondo escriba tocándose la barriga con ambas manos. El conde asintió con la cabeza, giró sobre si mismo y volvió a la habitación, se colocó el traje de baño y bajó al lago. Allí estaban de nuevo los 5 compañeros, Claris, Guadiana, John, Marina y Thomas, solamente ellos, al lado de una gran fogata en la que ya daba vueltas un enorme cerdo. Tras Richard aparecieron varios sirvientes, que fueron colocando sillas y tablones de madera para formar una mesa, charlas agradables, algún baño, y una sensación rara la que vivía en esos momentos Richard. Además de una extraña afinidad entre Marina y él, terminar las frases, pensar lo mismo, actuar con la misma naturalidad, algo extraño, y que a Richard le hacía sentir muy cómodo, y parecía que ella se encontraba en la misma situación. Se sonreían, se miraban y sonrojaban sin saber por que, algo había pasado, sin explicación, ni intención.

Así pasaron la mañana y parte de la tarde, todos juntos, hablando riendo y entonando alguna canción popular. cuando el sol empezaba a caer, Richard decidió marcharse, no sin antes invitarlos a visitar Fumaces y el gran lago, podrían repetir lo mismo allí, Guadiana ofreció la casa que tenía junto al lago que nombraba Richard, para hacer esa pequeña fiesta. Todos aceptaron y quedaron en verse en un par de días.

Antes de montar a caballo, y en las escaleras de la casa consistorial Richard se despidió de John, Thomas, Claris y Guadiana, dejando para el final a Marina, con la que se fundió en un abrazo diferente a los que había dado hasta entonces, un escalofrío recorrió a ambos por el espinazo, erizando los vellos de todo su cuerpo, fue algo eléctrico. Se separaron sin querer separar sus brazos que recorrieron los del otro hasta la punta de sus dedos, que intentaron aferrarse sin éxito para evitar la partida de él.
Subió a lomos de Emperador, y sin mirar atrás y algo enrarecido, comenzó a alejarse de Villalba, ya solo quedaba el recuerdo de esa extraña sensación, y una imagen grabada en su mente, Marina.
La muchacha, se quedó al pie de la escalera forzando la vista para ver si el conde se giraba, esperando que volviera, pero eso no ocurrió, y cabizbaja volvió al interior de la casa, dentro, Guadiana le dijo sonriente "en un par de días volveremos a estar juntos"

Pero no fue un par de días, Richard seguía con un paso lento sobre Emperador, pensando en lo que había pasado esa tarde. El corcel no paraba de relinchar, tratando de decirle algo a su amo - Tranquilo Emperador, ¿que te pasa chico? - El caballo cabeceaba hacía un lado y otro sin parar, parecía querer dar la vuelta. - ¿Crees que es apropiado? - Emperador se paró en seco, como dándole una respuesta - ¿De verdad? no me lo puedo creer, vamos Emperador, sigue adelante- El caballo ni se inmutó - ¡¡Emperador!! - y en ese momento se giró sobre si mismo, volviendo sobre sus pasos, "Tal vez no sea una locura" pensaba el Conde, "es una locura" justo después, ambos pensamientos enfrentados, pero el caballo no frenaba y seguía rumbo a Villalba, con un paso más rápido, casi trotando. Al llegar de nuevo a la entrada del pueblo, con la noche sobre su cabeza, al igual que una enorme luna llena, bajó del caballo y comenzó a andar por el pueblo "¿Que buscaba?"

Fue en una de las calles cercanas al ayuntamiento, se quedó paralizado, sin saber que hacer, al otro lado de la calle, otra persona en la misma situación. Ambos comenzaron a andar, Emperador se soltó y se quedó al margen, cada vez estaban más cerca, y nerviosos, y ansiosos, y cerca, muy cerca. Coincidieron bajo un farol, no hubo palabras, un abrazo, una caricia, y ocurrió, un beso tras otro, un abrazo sincero, otro beso apasionado, sin palabras, no hacía falta, y sin ellas se subieron a lomos del blanco corcel, y buscaron un sitio lejano de toda mirada indiscreta, Emperador salió a galope tendido de Villalba, ella se aferraba a la cintura de Richard con fuerza, y sin miedo, con ganas de quitar el freno a todo, cerca del lago pararon, casi no dió tiempo a bajar del equino, se lanzaron con tal ansia que casi se hicieron daño, terminaron rondando por la alta hierba cercana a la orilla, en un momento estaban sin ropa, y palpándose toda la piel, recorriéndose, reconociéndose, encendiendo esa pasión que llevaban reprimiendo desde esa mañana, sin explicación alguna, sin motivo alguno, simplemente surgió. No hacía falta hablar, ella acariciaba la rasurada cabeza de Richard, el acariciaba sus muslos y se acercaba a su sexo, besaba sus senos. El tumbado boca arriba ella recostada sobre él, y con una inusitada excitación se convirtieron en uno, abrazos, besos, movimientos de cintura acompasados, cambio de postura, ella aferrada a la cintura de él, él en pié apoyando los brazos sobre un árbol cercano, ella lo notaba dentro y no quería parar, el no podía parar,  gemidos y respiración entre cortada, sudor y un ritmo frenético en ambos, pulsaciones dignas de ataques al corazón, tensión desatada y pasión desmesurada.

No se hicieron con el tiempo que pasaron así, pero fue el suficiente para querer repetir, el problema eran las gentes y lo que pensaran, aún así a Richard no le importó, no era lo que más le gustaba, pero ya sabía lo que era esconderse por una mujer.

Los encuentros se repitieron, cada vez con más asiduidad, con más ganas por parte de ambos. Y eso empezaba a complicar la relación pública de ellos. Controlar las ganas de besarse era muy difícil, lo que no controlaban eran los gestos y los roces y abrazos y besos castos, "amigos nada más" decían a todo el que preguntaba, nadie les creía, pero no les quedaba más remedio que seguir sin decir nada. Disfrutar de una pasión así, en esas circunstancias no es fácil, aunque si muy sugerente.

¿Hasta cuando aguantarían así? Richard no se preocupaba, Marina en cambio, es algo que no se podía quitar de la cabeza. Aún así...

"Hoy que no estás voy a inventarme el final, es mi historia y no tengo que decir la verdad"
Al cabo de los años, sentados en la terraza superior del castillo, ambos en sendos sillones y cogidos de la mano, seguían sonriéndose, y recordando aquella mañana en el Lago de Villalba, y sonrojándose al rememorar la noche, sus cuerpos, arrugados por fuera y apasionados por dentro seguían siendo igual de cómplices que aquel día, aún hoy, tras tantos años juntos...

Príncipes, historias ficticias (¿o no?) -Parte 1-

El sol estaba escondiéndose tras las marismas que bañan a Fumaces, tras un caluroso día de un verano que estaba siendo atípico todo parecía apuntar que esa noche, Richard iba a hacer lo de las últimas noches, nada. Y es que tampoco había mucho que hacer en Fumaces en verano, la catedral parada, los aldeanos en sus casas estivales y él...como siempre.
Se pasó por la cervecería, como hacía cada atardecer, y tras un par de tragos se fue a casa, paseó por el boulevard que el mismo inauguró algunos meses atrás, por las calles cercanas la gente lo saludaba y alguno todavía le preguntaba por tiempos pasados. Su castillo, su antiguo empleo, sus amigos, pero sobre todo por el futuro.
- ¿Mi futuro? incierto amigo mio, como el de cualquiera.
- Señor, dudo mucho que usted no sepa que le depara el futuro, al menos el más cercano.
- No es algo en lo que piense, prefiero seguir viviendo con lo que venga.
- Es usted raro señor ¿lo sabía?
- Jajajajaja, claro que lo sé, ¡¡que tengas una buena noche!!

Y lo dejó con la palabra en la boca, ¿qué demonios le pasa a la gente del pueblo? Todavía se sorprendía, después de dos años allí. Pero ya lo toleraba y lo tomaba como algo habitual, sorprendente, pero habitual. Se aproximaba a su gran casa, cuando escuchó los cascos de un caballo que venía a toda velocidad calle arriba, se giró y vio que era un mensajero, con cara de tener bastante prisa y que al verlo aceleró el ritmo, y empezó a vociferar.
- ¡¡¡Richard!!!!! ¡¡¡¡Señor!!!!! ¡¡es urgente!! - la cara de Richard impasible ante ese tipo de acciones no delataba ningún síntoma de sorpresa, siguió avanzando hacia su casa con paso lento, y sin perder de vista al mensajero, que se colocó a su lado en unos pocos segundos.
- ¡Señor!, traigo algo para usted, es urgente. - Dijo el joven resoplando y buscando en la saca que traía colgada a la espalda.
- ¿De que se trata?
- Creo que es una citación para ir a algún sitio señor, me han pedido que lo avise con urgencia. - encontró lo que buscaba y le tendió el sobre lacrado a Richard, que sin abrirlo lo guardó en el bolsillo, se despidió del muchacho y entró en la casa.
Se acercó a su despacho, inmenso en tamaño y desorden, pasó la mano por entre las hojas que había esparcidas por la mesa buscando el abrecartas, al no encontrarlo en la primera pasada se acercó al mueblecito que tenía junto a la ventana, sacó una copa y una botella de vino, se sentó en el enorme sillón burdeos que presidia la mesa. Se sirvió un poco vino, dio un sorbo que disfrutó como nunca, y prosiguió su busqueda, infructuosa por cierto, sobre la mesa, sacó el sobre del bolsillo, lo miró y no vio ni remite, ni reconoció el sello del lacrado, siguió buscando el abrecartas en los cajones, en el primero nada, en el segundo tampoco, de nuevo en el primero... ahí estaba, junto al tabaco que le regaló Philip antes de irse de vacaciones.
Tomó otro sorbo de vino, se recostó sobre el asiento y abrió la carta.
"Estimado Richard de Fumaces, me congratularía de una manera impagable que nos deleitara con su presencia en un acto público que se está preparando en la localidad de Villalba, le agasajaremos con música en directo y ricos manjares, y tras los actos públicos un pequeño aperitivo en nuestra humilde morada, sin otra intención, reciba un saludo cordial del Alcalde de Villalba"
- Que bien, algo que hacer... ¿cuando es esto? - Cogió la carta y busco la fecha del acto... - ¿mañana?, con razón era urgente...bueno, supongo que habrá que ir, aqui tampoco hacemos nada.
Se levantó y fue a las cuadras, se acerco a su inseparable amigo, su corcel, blanco, grande, y aunque ya tenía cierta edad todavía se le veía vigoroso e imponente.
- Hola Emperador, mañana vamos de paseo - el caballo lo miró y pareció entenderlo, ya que soltó un relincho y empezó a moverse en su cuadra con impaciencia. - Tranquilo muchacho, mañana, mañana será, así que descansa.

La mañana se levantó algo fresca, y Richard un poco desganado con el mundo, tal vez la botella de vino de la noche anterior tuviera algo que ver con eso, se arregló un poco y fue a terminar de preparar su caballo, si no quería llegar tarde tenía que salir antes de medio día, además debería de llevarse algo para arreglarse allí e incluso algo para dormir y volver al día siguiente. Se lo tomó con bastante calma, y justo a medio día montó en Emperador y salió de su casa rumbo a Villalba. El caballo parecía encantado, llevaba mucho tiempo sin tener a su amo sobre su lomo, y lo echaba de menos, así que nada más salir de Fumaces, empezó a trotar un poco, como pidiéndole algo de acción, necesitaba correr, y Richard no lo dudó - ¿quieres ir rápido eh? ¡¡Pues vamos Emperador!! ¡¡Vamos!! - atravesó el puente de salida de Fumaces a toda velocidad, y enfiló el camino a través del bosque, lo surcaron casi volando, Emperador disfrutaba y Richard alucinaba, cada vez que azuzaba al caballo, este aceleraba aún más, y más y más. En menos de lo esperado Richard empezó a distinguir a lo lejos la torre de la iglesia de Villalba, y antes de poder darse cuenta estaba en la puerta del consistorio, mucha gente esperándolo, y muchos aplausos a su llegada, saludó con cierta vergüenza, desmontó de su caballo y un par de criados le bajaron las bolsas que portaba y se llevaron a Emperador a las cuadras. Uno de los mayordomos del alcalde salió a recibirlo.
- Señor Richard, me alegro de verle, por favor, acompañeme, le están esperando.
Sin abrir la boca Richard siguió a ese hombre bajito y ancho, por un largo pasillo con varías puertas a ambos lados, de frente una enorme puerta con grabados en sus dos hojas. El mayordomo golpeó una vez la puerta, y tras ella se oyeron arrastrar de sillas, al abrirse, pasó el mayordomo y se paró justo al otro lado, y comenzó a decir en voz alta y clara:
- Señoras, Señores, hace su entrada en el Gran Salón de Villalba, el señor Richard de Fumaces. - se apartó a un lado con un ligero paso, y Richard vió el camino libre, al cruzar el marco de la puerta, comenzaron a sonar los aplausos y vitores de los allí presentes. De frente, tres mujeres y dos hombres encima de un pequeño escenario, y 5 sillas, y hacía allí fue, reconoció a John, delgado, de voz poderosa, alcalde de Villalba y a Thomas, rechoncho y agradable, además de ser el escriba y amigo del alcalde, también estaba Guadiana, de pelo largo y juventud envidiada por Richard, de la otra mujer lo desconocía todo. Le llamó la atención su rostro, su cabello y su esbelta silueta escondida tras un sugerente traje de hilo blanco con bordados dorados, y sus ojos, hipnóticos, verdes, inmensos, saludó a todos y cada uno, de los que conocía, y John le presentó a la mujer que faltaba.
- Richard, gracias por venir, es un honor tenerte aquí.
- No es nada hombre, no te preocupes, en Fumaces esta todo muy tranquilo, tu sabes como es el verano.
- De todos modos gracias por asistir, ¿Conoces a mi hermana? - Dijo llamándola para que se acercara, - Marina, este es el Conde de Fumaces, Richard - Esta se acercó sonrojada, él le tendió la mano para coger la suya y besarla.
- Encantado Marina.- Tras esas presentaciones John tomó las riendas del acto e invitó a todos a ir al patio del ayuntamiento, donde estaba todo preparado para la actuación, delante las sillas donde estarían los seís, Richard tomó asiento en un lateral, a su lado Marina, John, Guadiana y Thomas, junto a este último se sentó Claris, amiga de Thomas y que no había asistido al recibimiento de Richard.
Así pasaron la actuación, Richard con semblante serio, Marina hablando con su hermano, John disfrutando con Guadiana, y Thomas y Claris pendientes de todo.
"Bueno, por lo menos es algo diferente" pensaba Richard. Al finalizar el acto, subieron a la planta superior donde estaban las viviendas de Thomas y John, donde tomaron algo antes de dormir, Richard estaba agotado, y casi a la vez, Marina dijo que se iba a sus aposentos a descansar, se miraron, sonrieron, y miraron a John, - ¿Ya os vais a descansar Richard?
- Estoy un poco cansado, ha sido un camino duro, demasiada calor.
- Entiendo, Marina ¿te importa acompañarlo hasta su habitación?
- Para nada hermano, si es tan amable Richard... - Dijo ladeando un poco la cabeza. Se puso en pie y ambos salieron del salón.
Silencio. Solo se escuchaban los pasos de ambos por el interminable pasillo por el que andaban, Ni un gesto, nada. Silencio. Marina se paró delante de una de las puertas, y la abrió, sin más.
- Buenas Noches señor Conde
- Llamame Richard, Buenas Noches a ti también Marina.

Y entró en la habitación. Allí estaban su petate y su ropa, se acostó sin pensar en nada, y durmió como cada noche de ese último año, solo.

viernes, 9 de septiembre de 2011

¿Cuando rendirse?

Un grito lejano le sacó de ese estado en el que se encontraba, notaba como un hilillo de sangre le caía cercano a su ojo izquierdo, resbalando constante hasta la barbilla, pasando entre su mejilla y su oreja. Tenía algo en la cabeza que le impedía ver, algo en la boca que no le dejaba expresar el dolor, las manos atadas a la espalda de la silla donde se encontraba sentado, igual que sus pies. En lugar de dejar que el miedo y el pánico se apoderaran de él se paró a pensar en todo lo que le rodeaba, cerró los ojos y empezó a analizar la situación. Cinta americana en la boca, una bolsa de tela en la cabeza, más cinta americana en las muñecas y una cuerda en los tobillos que le impedían soltarse pero le dejaban mover un poco los pies.

Abrió los ojos de nuevo, respiraba con tranquilidad, empezó a mover las muñecas, hacia delante, hacia atrás, siempre en contra una mano de la otra. Sus brazos estaban empezando a flaquear, cuando escuchó y notó como la cinta empezaba a ceder en sus muñecas. Entonces apoyó los codos sobre la espalda de la silla, respiró hondo y empezó a estirar los brazos hacia los lados, la cinta no cedía, el aumentaba la fuerza, sus músculos se hinchaban, la sangre circulaba a toda velocidad por sus brazos, otro sonido leve provocado por la rotura de las ataduras. Paró un poco, recuperó el aliento y sin pensarselo dos veces volvió con todas sus fuerzas a separar las manos, esta vez la cinta no pudo aguantar ni un solo envite, se partió en dos, quedando solo algunos restos en ambas muñecas. Se las quitó sin prisa, se despojó de la bolsa de la cabeza, y sin pararse a valorar las consecuencias dio un tirón a la cinta que le tapaba la boca, no hizo ruido alguno, un grito ahogado y apenas perceptible fue lo único que soltó. Tanteo la cuerda de sus tobillos, un nudo duro y complicado que le llevó un rato poder quitar, al hacerlo se tiró al suelo. se sentó justo al lado de la silla. Ahora veía la habitación, o la intuía en esa lugubre estancia, húmeda y sin ventanas, le pareció ver una puerta a su derecha, la examinó, percatándose de que no se colaba ningún resplandor por las rendijas entre la puerta y el marco. Gateando se aproximaba intentando no hacer ruido, cuando volvió a oir ese grito, lejano, de una voz para su desgracia familiar, Marina, la oía a lo lejos, pidiendo ayuda, pero no entendía mucho más. Pegó el oído a la puerta, no se escuchaba nada, solo las voces de auxilio de ella en la lejanía.

Se incorporó y tanteo la puerta, buscando el picaporte, al cogerlo se quedó con el en la mano, maldijo de todas las formas que conocía, aprovechando que su vista se había acostumbrado a la escasez de luz comenzó a mirar a su alrededor... vio la silla, y nada más, la levantó en peso y sin pensarselo dos veces la lanzó contra la puerta, la silla perdió una de sus patas y parte del espaldar, la volvió a levantar, y sin soltarla golpeó una y otra vez la puerta, parecía inagotable, cada vez que parecía faltarle el aire, la voz de Marina pidiendo ayuda le azuzaba con más fuerza, y con más ira golpeaba la puerta, con una silla que se deshizo al tercer asalto, quedándose solo con las dos patas delanteras por donde la tenía cogida. Cuando se quedó sin silla con la que golpear empujó la puerta, que solo había cedido un poco en el marco, pero que estaba prácticamente intacta, entonces limpió un poco el suelo delante de la puerta, unos tres o cuatro metros, se alejó, volvió a tomar aire y comenzó a correr, empotrando su hombre contra la puerta que esta vez si que crujió, y eso le llenó de energias, otra vez a cuatro metros, otra vez tomando aire, otra vez impulsándose con todo lo que le quedaba dentro, y volvió a crujir, la puerta y algo en su brazo, pero no se inmutó, a la tercera embestida el marco de la puerta cedió, y el cayó de bruces en el suelo de un angosto pasillo que había tras él. Doce puertas, es lo que había, 6 a cada lado, ningún ruido, ningún grito, al fondo una pared...

Paseaba su oído por todas y cada una de las puertas, intentando notar algo de vida tras ellas antes de arriesgarse a abrirla, escuchó un llanto, llanto de impotencia, llanto que también conocía, era Marina de nuevo, que estaba perdiendo toda esperanza, pero el llanto le llegaba de todas las malditas puertas de ese pasillo. Intentó lo fácil primero, abrir por el tirador, estaba claro que no iba a ser tan fácil, se alejó un paso, y golpeó con la pierna derecha la puerta, que cedió sin problemas, habitación vacía, y parecía que Marina había oído el golpe de la puerta, comenzó a gritar si había alguien, el guardaba silencia, se fue a por la segunda, misma operación, un paso atrás y un golpe seco, mismo resultado, puerta abierta, habitación vacía. Así con las doce puertas, las doces estancias estaban vacías, sin nada más que una bombilla mugrienta y parpadeando en el centro del pequeño habitáculo.

La voz de Marina desapareció de todas las habitaciones, ahora solo sonaba al otro lado del muro. El empezaba a desquiciarse, sus ojos empezaban a inyectarse en un rojo mezcla de la pasión por Marina y la ira por no conseguir alcanzarla, sin venir a cuenta golpeó la pared con los puños cerrados, haciendo vibrar la endeble construcción, el lo notó, y su ira aumentó al ver todo el tiempo que había perdido, y golpeó con un puño, luego con otro, luego con los dos, se estaba volviendo loco por momentos, seguía golpeando con una rabia desmesurada, notaba el cimbreo de la pared, pero no caia, la impotencia le hizo soltar un grito aterrador para el que lo oyera, y su fuerza pareció aumentar aún más, y el golpe con su mano derecha atravesó el muro, al sacar la mano se trajo consigo más de media pared más, y su cara desencajada por la rabia contenida amedrentó a las ratas de la habitación contigua, y la tele que había colgada del techo, se encendió al pasar dentro de esa nueva habitación, en la pantalla Marina, dando vueltas en una habitación, parecía una habitación normal, cama, armario, bien iluminada, escritorio con ordenador, con rejas en las ventanas y por lo que pudo observar con la puerta cerrada a cal y canto.

Miró a su alrededor, cansado de tanto golpe, y solo veía una pasarela hacía otro pasillo a su izquierda. Se quedó mirando la pantalla, y con una lágrima asomando en sus ojos soltó un alarido desesperado, y seguido le salió el nombre de Marina... sin separar la vista del televisor, se percató de que ella lo había oído, no debía estar lejos "¡¡Estoy aqui!!" "Cariño estoy aqui" es lo que escuchó, se secó las lágrimas mezcladas con la sangre que seguía saliendo de su cabeza, y corrió por la pasarela que se zarandeaba endemoniada arriba y abajo, cuando estaba casi en el otro lado, notó algo que le convirtió en hielo la sangre, y notó como el final de su camino iba subiendo de nivel...caía, pero sin saber donde, consiguió dar un salto y como pudo agarrarse al borde tras golpearse la cara contra el suelo, sangraba y estaba colgado de algún sitio que no sabía a que altura estaba, su hombro derecho empezó a dolerle, entonces recordó los golpes a la primera puerta, el segundo crujido que le sonó raro, era su hombro, pero ahora no podía flaquear tenía que seguir, notaba a Marina tan cerca...hizo acopio de lo que le quedaba dentro, consiguió subir no sin dificultad, poniéndose a salvo, tirado boca abajo, con el rostro sangrando por el golpe, la cabeza dolorida, y el hombro dislocado intentaba recuperar la respiración, las fuerzas ahora si empezaban a fallar, pero el no podía rendirse, Marina lo necesitaba, y el no podría vivir sabiendo que aún podía hacer algo más. No quería rendirse.

jueves, 8 de septiembre de 2011

Es el momento

Creo que ahora mismo es el mejor momento, estoy prácticamente al borde del colapso, los problemas se me acumulan y el tiempo me sobra, así que creo que es lo mejor que puedo hacer. No puedo agobiarme más, es imposible, y si lo hago pues golpeo, golpeo fuerte, con ira, sobre lo primero que coja cerca, pero golpeo, suelto tensión, me siento mejor. Creo que es el momento.

Es el momento porque peor no puedo estar, nada sale a derechas y me he dado cuenta de que no soy tan fuerte mentalmente como pensaba, pero me sobran las ganas de salir de esta situación, ya sea acompañado o solo, pero quiero salir, me niego a seguir así. Es ahora o nunca, ya estoy abajo, toca subir, subir de nuevo. Me duele la mano, muchos golpes en estos últimos días, muchas noches sin dormir, y para mi desgracia no es por remordimientos, ojalá fuera por remordimientos. Todo lo que he hecho ha sido asumiendo todas las consecuencias y no me arrepiento de nada. Ninguna escapada, ninguna escondida, ninguna charla, ningún concierto, nada, no me arrepiento, todo lo contrario, creo que me ha servido para demostrarme a mi mismo que no soy tan fuerte, pero que soy capaz de recuperarme solo, si alguien quiere ayudarme... que lo intente, pero que sepa que no soy fácil, en estos momentos exploto al menor de los problemas. Por eso creo que es el momento.

Es el momento de cambiar algo, romper rutinas, arrancar de cero, es el momento de recuperarme, ya me cansé, ya he visto oído y aguantado todo lo que he podido. Ahora voy a seguir un consejo que alguien me dio hace unos días. MIRA POR TI MISMO.

martes, 6 de septiembre de 2011

Optimismo

En el colegio deberían enseñar a ser optimistas. 

Porque ya lo decía la canción: "everything is gonna be alright". 

No puedes hundirte pensando que no eres capaz de salir en el pozo en el que te encuentras. Siempre hay alguna manera de salir. 

Pero lo más importante que debes saber es, que salir con la ayuda de alguien es mucho más sencillo. Déjate guiar por esa persona que sabes que te va a llevar a la superficie. No importa lo que diga el resto del mundo. Si tù crees que es esa persona, ve a por ello y lucha hasta quedarte sin fuerzas. Y cuando estes agotado, él/ella tirará de ti. 

Ten fe, confía en que todo se arregla al final. 

No pienses que ya no vais a estar juntos, no pienses que ya no vais a vivir ese futuro que habias planeado en tu cabeza. Piensa que sigues viendola, que ella sigue contando contigo, sigue apoyandote en todo y preocupandose por ti. ¿No es eso mejor que no verla?

Piensa en positivo siempre. Si la vida te da la espalda de repente...cógele el culo!

- esta entrada la he visto por ahí, me ha gustado y la publico yo, pero no es mía -

Lo Siento

Sabes que no quería, he intentado aguantar, no era mi intención. Mis historias, mis paranoias en este maldito blog lo tergiversan todo, se maximiza demasiado. No quería que esto pasara, no quiero verte así. Sabes que lo que digo es cierto, jamás he dicho nada que no lo fuera, jamás me he arrepentido por algo que haya salido de mi boca, no puedo decir lo mismo de lo que escribo. Ojalá no hubiera escrito eso, ojalá no lo hubieras leído, ojalá no se hubiera interpretado así, ojalá ese ansía y esas ganas pudieras controlarlas, ojalá estuvieras a mi lado siempre...

Me hubiera gustado armarme de valor, no eres la única cobarde, yo debería estar a tu lado ahora, debería ayudarte a salir de esta, debería coger el coche y presentarme donde quiera que estés. Si nada de esto hubiera pasado, si no hubiésemos coincidido nunca... esto no habría pasado, nada de esto. Yo no estaría escribiéndote, tu no estarías sufriendo, no estaríamos añorando algo que no habría pasado.

Lo siento, tal vez no he usado las palabras apropiadas, tal vez no he dicho lo que necesitas...no es que no lo sepa, es que prefiero decírtelo a la cara. Que oigas mi voz, que notes, veas e incluso palpes la sinceridad que salen con mis palabras. Desde la distancia solo puedo seguir deseándote, y esperando esa señal, que me diga que todo está bien, que me necesitas, y que no puedes estar más tiempo lejos de mi.


lunes, 5 de septiembre de 2011

Abrazame

Cuando más te necesito es cuando te vas...cuando te quiero lejos es cuando estás más cerca, cuando te pones insoportable y no me dejas en paz. Lo nuestro no funciona, es obvio, aunque me viene bien, cuando tu no estás escribo, tal vez no lo que me gustaría, pero salen cosas que son leíbles. ¿porque nos llevamos tan mal?

Supongo que en otra vida fui un poco travieso, tal vez lo fui contigo, tal vez me estés haciendo esto por mi otra vida, ¿has guardado ese rencor hasta ahora? me parece increíble. Recuerdo la última vez que estuvimos juntos, a mi no me apetecía verte ni que estuvieras rondándome, aún así te subiste al coche conmigo, empezaste a decirme cosas al oído, en una de esas cerré los ojos, y los abrí al notar el neumático sobre las bandas sonoras laterales, y tu a lo tuyo, ni te inmutaste, seguías acariciándome y susurrándome cosas en la oreja.

Llegamos al garaje, falto poco para darle a esa columna ¿te acuerdas? y tu a lo tuyo, subiste conmigo en el ascensor, no te separabas de mi, casi a tientas contigo delante conseguí abrir la puerta, te subiste a mi espalda y casi sin tiempo para quitarme la ropa ya estabas esperándome en la cama.

De eso hace solo un par de días, hoy, por más que te busco, te llamo, te invoco, te escribo... no apareces, y me tienes aquí en vela, esperándote...con ganas de que me vuelvas a susurrar al oído, de que te tumbes al lado en mi cama, que me acaricies como tu solo sabes hacerlo... de que me abraces, y alejes de mi este insomnio... ¿donde estás la Diosa del Sueño para alejar a las musas que no me dejan parar de escribir?


Borrón y cuenta nueva

Se acabó, igual que el verano, prácticamente a la vez, se acabó el descanso, se acabó el buen tiempo, se acabó todo, ahora hay que volver a empezar, rutina, estudios, exámenes, problemas, trabajo, agobios, radio, amigos, y si hay tiempo... algo para disfrutar SOLO. No sé de que me sorprendo, debería estar acostumbrado, son cosas que pasan.

Se acabó, como la botella de agua, el plato de comida, el helado o el tabaco, se acabó, hay que empezar otra vez, otra vez a ese sin vivir, a esas noches en vela, a ese teléfono mudo, a todo, otra vez. Hay que volver a empezar, y siempre igual, siempre SOLO, por mucho que tus amigos digan que están ahí, tienen que entender que hay cosas que los amigos no pueden solucionar, eres tu, contra todos. Tu SOLO.

Pero no hay problema, no es la primera vez, estoy vacunado y acostumbrado, solo necesito tiempo, aclimatarme a la nueva situación. Se hacer borrón y cuenta nueva. Deseo que esto sea algo rápido. Deseo, espero, despertar pronto, porque... quiero pensar que es solo una pesadilla.

Volver a NO buscar, a NO esperar, otra vez a soñar sin querer, a querer soñar sin buscar, a querer buscar a alguien a quien esperar. Otro borrón, sin necesidad de cuenta nueva.