miércoles, 30 de noviembre de 2011

Una Historia

Cogió el último plato del fregadero y como había hecho con el resto le pasó el estropajo enjabonándolo, lo aclaró bajo el grifo y lo dejó a un lado con todos los demás utensilios limpios. Se secó las manos con el trapo que había junto al microondas y volvió al salón, ahora estaba todo en silencio. No era fácil. Sobre la mesa estaba el mando de la televisión, pulsó una y otra vez buscando algo que lo mantuviera entretenido. Después de perder la cuenta de los canales que había pasado vio aparecer en la puerta del pasillo a la pequeña Lucy, con su inseparable Momo cogido de la mano y arrastrando los pies por el suelo.
- ¿no puedes dormir?

La niña asintió con la cabeza, y su padre le hizo un gesto con la cabeza sonriendo para que se acercara. Sin soltar a Momo se colocó al lado del sillón donde él estaba, este la cogió en brazos y la sentó en su regazo, y a Momo lo colocó en la silla de al lado.
- Bueno princesa, ¿que te pasa?
- Es que, necesito un cuento para dormir. Mamá me los contaba todas las noches.
Ahogó las ganas de llorar al oir a su pequeña hablar. La abrazó fuerte contra su pecho, y sin soltarla se puso en pie y comenzó a andar hacia la habitación, la pequeña Lucy en un brazo y Momo en otro.
- Verás lo que vamos a hacer, hoy, y sin que sirva de precedente dormirás conmigo, y seré yo quien te cuente un cuento ¿vale? Además así tendré quien me proteja esta noche, a mi me da miedo la oscuridad.
- Papá eres muy grande para tener miedo a la oscuridad.
- Ya, pero a mi me protegía Mamá, y ahora que no está, necesito a alguien que esté conmigo, por lo menos esta noche. ¿Que te parece?
- Vale, pero no te acostumbre, que yo tengo mi cama, si quieres...Te puedo dejar a Momo.
- De acuerdo, pero esta noche duermes conmigo, y Momo también.

Tumbó a la pequeña a un lado de la cama, y él se acomodó sentado junto a ella.
- ¿De que quieres el cuento?
- ¡¡De Príncipes y princesas!!
- Déjame pensar...¡Ya lo tengo! ¿estás preparada?
- Claro claro, cuéntalo ya que tengo que mañana tengo que ir al cole.
" Erase una vez, en un pueblo muy muy lejano, una pequeña princesa que estaba triste, porque su mamá se había ido"
- ¡Anda como yo!
- Si, como tu, ¿sigo?


La niña cerró la boca, y abrió los ojos esperando la continuación de la historia de su padre.
" La pequeña princesita .... " Y la historia fue avanzando, entre dragones y brujas, entre príncipes y batallas, pero no fue hasta casi el final del cuento, cuando, "...y el rey, que amaba a su hija sobre todas las cosas, decidió estar siempre al lado de la princesa, para lo que necesitara, y para hacerla sonreír cuando más falta le hiciera, porque para el rey, ahora que no estaba su esposa, la princesa era la reina de su mundo"

- Papá
- Dime Lucy
- La historia ha estado bien, mamá las contaba mejores, pero hoy me vale para dormir.
- Vaya hombre, bueno, mejoraré mis cuentos.
- ¿Tu vas a hacer lo mismo que el rey? ¿vas a estar a mi lado siempre?
- Siempre.

Esa sonrisa valía para soportar el dolor que arrastraba durante mil años, Lucy se incorporó, le dio un beso y se acostó abrazando a Momo. Ojalá "Siempre" sea tan fácil hacerte feliz.

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