martes, 25 de octubre de 2011

Morir de pie

A mediados de junio de este año tenía todo más o menos claro, disfrutar del verano, trabajar para ahorrar un poco e intentar comprar la guitarra y al llegar octubre empezar a prepararme para salir de Huelva durante tres meses, con la posibilidad de volver solo en verano y vacaciones. También tenía claro el seguir como hasta entonces, sin compromisos de ningún tipo.

Cuatro meses después estoy tocado y casi hundido emocionalmente, no me queda un duro, tengo una guitarra que me han dejado, y de salir de Huelva ni hablar. Hay varios motivos para todo esto, en el primer caso, dejarme llevar, pero ¿quien se resiste cuando cree que ha encontrado la pieza que le faltaba?, en el resto...bueno, he trabajado poco, aunque me ofrecieron más, lo que ganaba lo invertía en mi, en hacer lo que no he podido hacer estos 10 años atrás. Disfrutar un verano. Llegó septiembre, y la gente empezó a decirme que para que irme a Granada, ¿porque no quedarse aquí? al menos para las prácticas, y me dejé llevar por la euforia de amigos y familiares, sobre todo familiares, a los que no les hacía mucha ilusión que me fuera.

A penas a pasado un mes desde que decidí hacer caso a la gente, sigo sin guitarra propia (y lo que me queda) cada vez tengo menos efectivo, no voy a hablar de mi situación sentimental, y en el plano de las prácticas...ahora la culpa es mía, por decidir en el último momento hacer caso a lo que todo el mundo quería que hiciera, y veo peligrar la posibilidad de poder terminar el curso este año. Por hacer caso.

Me desespero, no veo soluciones, ni alternativas, ni nada, en el plano económico rezo porque alguien diga, JODER SOIS MUY BUENOS y patrocine o pague algo de las retransmisiones y programas. Si tengo que hablar de terminar el curso...bueno, no creo mucho en la suerte, ni en las casualidades, esas cosas hay que buscarlas pero a mi me quedan pocos recursos ya. Y en lo que me queda por hablar...

Pero mírame, sigo de pie, malherido, pero no rendido, y aunque parezca que esto es una carta de rendición no lo es, yo no sé rendirme, algunos ya lo saben, y la única vez que lo he hecho no ha servido de mucho o no ha tenido buenas consecuencias. Es un desahogo, necesitaba sacarlo, necesito hacer hueco, porque tengo que acumular fuerzas para sacar esto adelante, y lo conseguiré, que no lo dude nadie.

1 comentario:

  1. Rendirse Jamas ... Ni siquiera en los momentos que no se visualiza ni una posibilidad de luz al final del túnel ... Los luchadores no nos rendimos nunca ...

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