viernes, 21 de octubre de 2011

A por el record

Doscientos cincuenta y nueve mil doscientos, ese es el objetivo, conseguir al menos superarlo en uno solo, son tres días, que por mi parte quiero intentar que se conviertan en...¿una eternidad? no eso es mucho, ¿lo que me queda de vida? eso es poco...bueno, con destrozarlo me vale.

Hay otra cifra, 24, las horas que tiene un día, que parece que no es una cifra homogénea para todas las personas, a veces solo pasan 10 horas y para algunos ya es un día, no lo entiendo bien. Si alguien te pide que hagas algo, por muy incomprensible que parezca intentalo solo es eso, intentarlo. No hay nada imposible os lo aseguro. Si digo que son 24 horas de silencio INTENTALO, no te pido que lo entiendas, SI NO QUE LO HAGAS.

Estoy bastante sensible estos días, se el motivo, pero no se la solución, pero no por eso dejo de intentar seguir adelante. Es la primera vez en mi vida que me rindo, la primera. Tengo que decir que no soy bueno haciéndolo, lo de rendirme digo, pero era eso o intentar una locura, y tal vez terminar en prisión, o saltando al vacío desde cualquier sitio donde al mirar abajo veas el suelo muy lejos, y ni tengo ganas de ir a la carcel ni valor para saltar, y aunque me sobren fuerzas para tirar para delante mi cabeza no es capaz de seguir el ritmo de mi corazón.

Hay más números, pero también hay más cosas, me ha dolido que no me respeten, que no me entiendan me la trae al pairo, pero que no me respeten...si tu me dices que estamos en tu terreno yo te respeto, si tu me dices que es un marrón yo te respeto, si tu me dices que después te vas a sentir mal yo te respeto. Si yo te digo que necesito no hablar...te da igual.

Qué fácil es soltar mierda en un blog, que difícil ponerse en la piel del otro.

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