lunes, 31 de octubre de 2011

Conversaciones inventadas

Todo estaba en calma, todo en su lugar, no podía fallar absolutamente nada, era una persona demasiado meticulosa con todo lo que hacía, lo controlaba todo, hasta el más ínfimo de los detalles. Tenía que salir todo perfecto. Las palabras que iba a decir prácticamente salían solas de su boca, de carrerilla, entonadas, como si de una canción se tratase, el lugar, un parque, aire libre, sin presiones de que pasará cuando empiece la charla. Solo faltaba ella, pero era un percance que ya había valorado, no iba a ponerse nervioso por su impuntualidad, porque ya lo estaba antes de salir de casa.

Vio pasar el pequeño Skoda plateado por delante de la puerta del parque, buscando un sitio donde estacionar, él lo siguió con la mirada, con la suerte que siempre tiene ella dejó el coche unos metros más adelante, y bajó revisando sus bolsillos para que no se le olvidara nada. Bolso, Blackberry, tabaco...¿y el mechero?, no le dio más importancia a la ausencia del mechero y cerró el coche tras de sí, poniendo por fin los ojos sobre la persona que lo había citado.


No había sonrisas, no había miradas complices, no había nada, solo ganas de poder terminar con la situación que ya si que era del todo insoportable, para ambos. Él bajó hasta la puerta a recibirla, un frio y simple "Hola" es lo que se dijeron, ni besos ni abrazos ni nada, y juntos pero a una distancia que antaño les hubiera parecido infinita y que ahora se les hacía escasa, comenzaron a pasear, buscando la manera de empezar, todo lo ensayado se había esfumado de la mente de él. Es lo que tiene que nada dentro de ti haya cambiado, y que el sufrimiento desaparezca en el mismo momento en el que la ves, ella en cambio tenía el gesto fruncido, molesta por no saber a que venía el mensaje del día anterior.

- No se como hacer para que no me duela el no estar contigo - el silencio que siguió a esa frase hubiera paralizado al mismísimo diablo - tampoco se que hacer para que el estar cerca tampoco me afecte. Es muy complicado para mi.
- Mira...de verdad, ya sabes que han sido dos meses geniales, pero...yo no puedo hacer nada más. Enserio, no puedo y no quiero verte jodido, si hay algo que pueda hacer, dentro de mis posibilidades, para verte feliz ten por seguro que lo haré, te aprecio mucho, y no quiero perderte como amigo, pero...
- Pero es insostenible, yo te lo dije en su día.
- Hay más mujeres
- No quiero más mujeres, te quise a ti.
- ¿Me quisiste?
- ¿Quieres que lo haga más difícil? no me obligues a decir algo que puede cambiar la conversación.
- No entiendo
- Da igual, debemos encontrar la manera de que esto vuelva a un punto de normalidad, que nunca tuvo. Nunca fue una relación de amistad, ni de pareja, ni de nada, fue todo junto y...raro, muy raro. Y no se como hacer que al menos sobreviva la parte de amistad. Porque pedirte que evites muestras de cariño no es fácil, a nadie le amarga un abrazo.
- emmm
- Déjame hablar.
- Es que, no se porque no podemos llevarnos bien...
- Esto no va a ser tan fácil como pensaba.


Se levantó del banco en el que se habían sentado, y sin decir nada más se marchó, dejándola allí, sola, sin entender nada de lo que había pasado. Al montarse en el coche aun sorprendida por lo que acababa de ocurrir vio algo por el espejo retrovisor, un papel con algo escrito cubría la luna trasera de su coche. La sonrisa se dibujó en su cara, cogió la blackberry y marcó su número de teléfono. Pero en vez de escuchar su voz... "El teléfono está apagado o fuera de cobertura"

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