Y doscientas cuatro horas después, justo ese número de horas, estaban de pié, juntos. Ella se tiró a sus brazos y él no supo reaccionar, tardo unos segundos en devolverle esa muestra de aprecio de ella.
- Tenía ganas de verte
- Y yo
Otra vez volvía a empezar, por una excusa tonta, por dos cigarros juntos, por tres besos, cuatro abrazos, cinco minutos hablando, seis miradas de añoranza, siete minutos juntos para dejar atrás esos 8 días sin verse.
Porque después de todo el conocerse cambió la ViDa de ambos, por que tal vez la ViDa no la vieran con los mismos ojos o con las mismas ganas el uno del otro, pero...estando juntos, de la manera que sea, es más ViDa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario